Categorías
General

LO HUMEANTE

Este es otro tiempo malo para la lírica: todos te escriben, todos imaginan que te leen. Te escriben hasta con las palabras de los otros, te escriben incluso con tus palabras. Cuando dicen que les gusta, es que les gustas tú, que sigas escribiendo, que no te hayas muerto. Y suscriben tus textos a cambio de saber que no son póstumos. Te quieren en ellos porque es una prueba de vida. Y al aprobártelos, ya no necesitan oírtelos, ya no quieren ver de qué están hechos ni en qué se irán convirtiendo.

Quienes podían ser tus lectores más concernidos se hartan de tu tema antes de que este haya nacido. Ya han comprobado que estás vivo, así que a otra cosa, y regresas a tu faro del fin del mundo con lo latente ya estrenado y, no obstante, moribundo; ya no una sarta de párrafos bullendo en la olla, agarrando sabor y estirpe, sino una pira de cadáveres humeantes, a punto de olvido y abandono.